Arte Egipcio

  • El arte egipcio se desarrolló durante unos 3000 años, pese a lo cual mantiene una cierta unidad estílica.
    Los egipcios utilizaban a la pintura para pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas y escenas de las actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura o la celebración de banquetes. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la escala de las figuras indica la importancia de las mismas, y así el faraón aparece más alto que su consorte,
    hijos o cortesanos.
    Se distingue una época predinástica (antes del 3000 A.C), una época tinita-menfita o Imperio Antiguo (3000 – 2000 A.C), una época tebana o Imperios Medio y Nuevo (2000 – 1000 A.C), y una época tardía (saíta, tolemaica) ya dentro de la dominación extranjera.
    El dibujo y la pintura egipcios tienen una función más cercana a la de la escritura o símbolos religiosos que a la de ornamento estético.
    Su función fue casi siempre la de realzar la arquitectura, la escultura, el bajorrelieve o los utensilios de uso cotidiano, aplicándose a las superficies murales o mobiliarias.
    Los colores poseen una rica simbología: el verde, frescor y juventud; el negro, fertibología; el blanco, la luz; el amarillo intenso, eternidad.
    Ellos aplicaban los colores con un aglutinante a base de goma arábiga, cera de abeja o clara de huevo, sobre un estucado de yeso previamente preparado.
    Los pinceles hechos de juncos machacados, por uno de sus extremos y brochas hechas con hojas de palmera eran los instrumentos que utilizaban.
    Las principales obras pictóricas son: el Friso de las Ocas, la Peregrinación de Abydos, Sennefer y su esposa, Amenofis II ante el dios Osiris, Escenas de vendimia, Caza de patos en el pantano, Bailarín rubio y caballo rosa. También son muy bellas las pinturas realizadas en rollos de papiro, como la del Juicio de los Muertos, del Museo de Turín.

  • No hay comentarios:

    Publicar un comentario