Si restringimos la definición de arte a la
actividad representativa, libre de toda sujeción
utilitaria, tendremos que considerar el Paleolítico
superior como el momento del nacimiento de las primeras muestras
artísticas.
El arte rupestre o arte parietal es el tipo de pintura
que desarrollaron estos hombres en las paredes de las cuevas. Se
distinguen dos tipos de éstas:
A.- Arte franco-cantábrico
Se extiende del período auriñaciense al
magdaleniense y sus muestras más representativas
están en Francia (Cuevas de la Dordogne : Les Combarelles,
Font-de-Gaume y Lascaux) y en el norte de España
(Altamira, La Pasiega). Las principales características de
este arte son: un gran naturalismo en la representación de
los animales, contornos de manos y signos abstractos; las figuras
se encuentran siempre aisladas, sin formar grupos
escénicos; se percibe una clara evolución en el
tratamiento colorístico que va de la monocromía
a una rica policromía.
B.- Arte levantino
Estas pinturas tienen una serie de
características que las distinguen del arte
franco-cantábrico: no están en cuevas oscuras, sino
en abrigos a plena luz; son
monocromas (rojas o negras); son más esquemáticas y
no tan naturalistas; la figura humana se representa profusamente;
las representaciones no están aisladas y superpuestas;
sino que se estructuran formando escenas; logran captar el
movimiento,
dando la sensación de un gran dinamismo.
Sus mejores muestras se encuentran en Cogull, cueva
Remigia, la Valltorta y Charco del Agua Amarga,
en el Levante español.
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